¿La Pandemia Trajo como Consecuencia una Nueva Concepción del Dinero en las Personas?

La llegada del Covid-19 a la vida de millones de personas ha dejado una serie de elementos a analizar. Si bien todavía es un tanto temprano para poder dar cuenta de todos los efectos que la pandemia dejó en la vida cotidiana, algunos ya pueden analizarse a simple vista. Una de ellas es la relación con el dinero y la concepción del trabajo que poseen las nuevas generaciones. ¿Qué ha cambiado en este tiempo?

En primer lugar, fenómenos como el boom de las criptomonedas explotaron durante los meses de confinamiento, abriendo la puerta a nuevos mundos para muchos inversores, en especial a los más jóvenes. La noción de un dinero digital podría llegar a causar consecuencias insospechadas en el corto plazo y algunas ya pueden percibirse: el menor uso de dinero efectivo en la calle.

Sin ir más lejos, por fuera de las criptomonedas, ya son muchos los que consideran las ventajas de las nuevas tecnologías, que van desde las billeteras online, que facilitan y aceleran las transacciones sin preocuparse por el cambio o tener nuestra cartera encima todo el tiempo, u operar con robots de trading de criptodivisas para ahorrar tiempo y esfuerzo sin descuidar las ganancias. Incluso innovaciones como el DNI online o el pase sanitario de Covid digital van en la misma dirección: un sistema de representatividad en línea.

Por supuesto, esto no es ninguna novedad. Las facilidades técnicas para manejar el dinero vienen de años atrás, ya que es posible desde cualquier lugar y en todo momento poder invertir en acciones en la Bolsa, así como enviar o recibir dinero de Emiratos Árabes, entre muchos otros ejemplos posibles. El gran cambio es la masividad que esto ha tomado y para algunos analistas esto puede explicarse por el gran salto tecnológico que ocurrió en el 2020. Sí, el mismo año que la pandemia.

nueva concepción del dinero

¿Qué es el salto tecnológico?

Si uno revisa lo que se pensaba y proyectaba antes de la existencia del Coronavirus, se podía ver cómo diferentes especialistas en la materia señalaban al 2020 como el año del “gran salto tecnológico”. De acuerdo a esta mirada, se pensaba a ese año como una bisagra en la vida cotidiana de millones de personas, tanto de países potencia como de economías emergentes, en su vínculo con los avances tecnológicos. Y, de cierta forma, tuvieron razón, aunque no como lo habían imaginado en un principio.

Fue la llegada de la pandemia la que terminó obligando a muchas industrias a acelerar su proceso de digitalización. Algunos datos aseguran que en muchas naciones, el e-commerce creció en un año (2020-2021) lo que se proyectaba en cinco años, dando cuenta del cambio de paradigma que eso significó incluso para generaciones y sectores de la población que no estaban acostumbrados a su uso que ahora utilizan los mejores trucos y atajos en una computadora para realizar sus compras.

Uno de los ejemplos más claros es el de los servicios de streaming como Netflix: el mercado creció exponencialmente y los pesos pesados de la industria apuestan a una nueva forma de consumo de cine y series, en donde los hogares son los grandes protagonistas. Volviendo al terreno financiero, encontramos a las billeteras digitales como uno de los grandes sucesos de la pandemia. Tanto startups como bancos tradicionales pudieron desarrollar aplicaciones sencillas y útiles que facilitaron las formas de pago a distancia en tiempos de movilidad reducida.

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Una nueva concepción del dinero

De esta manera, llegamos a lo que se espera sea el momento de la pospandemia con una noción diferente del dinero: el boom de las inversiones en línea, las billeteras digitales, métodos prepagos y más, apuestan a pensar que en un futuro cercano el efectivo puede ser un gesto un tanto anacrónico.

En ese sentido, muchos especialistas aseguran que las criptomonedas no van a poder reemplazar al dinero, ya que en su mayoría se trata de bienes escasos –como es el caso de Bitcoin, la más popular de todas–. Sin embargo, la atención que han recibido ha ayudado a que la idea del dinero digital gane peso.

En resumen, podríamos pensar a las criptomonedas como activos financieros digitales, los cuales no cuentan con una representación física ni un título de propiedad escrito o firmado por nadie. Esa concepción, insospechada hace apenas unas décadas atrás, hacen que el dinero tradicional también empiece a verse como un activo digital que puede trasportarse en dispositivos móviles con el fin de facilitar las transacciones.

Encuestas y estadísticas señalan que los pequeños negocios de cercanía se han visto favorecidos por esta nueva concepción del dinero: la bancarización tradicional de esta clase de pymes puede resultar engorrosa y costosa, lo que muchas veces los lleva a no poder aceptar tarjetas de crédito o débito. Ahora, con la posibilidad de los bancos digitales y las billeteras virtuales, no pierden compras por la falta de efectivo del cliente.

¿Y también una nueva concepción del trabajo?

Para comenzar a finalizar este artículo, llegamos a uno de los puntos más interesantes de la actualidad: ¿cómo ven al empleo las nuevas generaciones? Ya hemos hablado de las nuevas concepciones del dinero que circulan luego de la pandemia, entre las que se destacan las opciones para invertir en línea como las criptomonedas o las billeteras virtuales. ¿Qué tiene que ver esto con el trabajo?

Para comenzar, la idea de trabajo ha ido mutando a lo largo de los años y ya no se piensa como una constante a largo plazo como en la generación de nuestros padres o abuelos. Tanto los millennials o los centennials consideran al trabajo como una parte más de la vida, abierta a cambios constantes. Así, la idea de cambiar de empresa y hasta de rubro les produce mucho menos temor.

La pandemia, a su vez, abrió la puerta a nuevos modelos de trabajos remotos y a distancia, lo cual también generó que los más jóvenes echaran por tierra los anteriores modelos de empleo. “¿Por qué debería viajar todos los días hasta una oficina si puedo hacer el mismo trabajo en menos tiempo desde mi hogar?”, se preguntan a la hora de mandar currículums. La consecuencia de ello es el crecimiento de trabajos a distancia incluso para empresas extranjeras.

¿Y cómo recibir el sueldo de una firma del extranjero? Mediante métodos digitales. Si lo pensamos, es una suerte de círculo virtuoso online que ha llevado a que miles y miles de jóvenes no tengan la misma concepción del dinero. Vayamos con un ejemplo concreto: una firma alemana busca un programador web para su página. El trabajo puede hacerse desde cualquier lugar del mundo. Un joven mexicano se postula para el puesto y queda, por lo que ahora queda resolver el tema del pago.

Sabido es que los bancos tradicionales suelen cobrar grandes comisiones para transferencias internacionales, al punto de que muchas veces las tasas de cambio no son las más convenientes. Así, se buscan alternativas: bancos digitales o incluso el pago mediante criptomonedas. Con el dinero ya ingresado en una cuenta online, es posible invertir en línea de inmediato, por lo que la agilidad y las ventajas siguen. En todo ese proceso, no hubo ni un billete en efectivo.

El tiempo será el encargado de confirmar esta tendencia que ya puede notarse a simple vista en las principales ciudades del mundo. ¿Le diremos adiós al dinero en papel?