Sector de los juegos de mesa en España: Claves del éxito

Los juegos de mesa han sido parte de la mayoría de culturas y sociedades a lo largo de la historia. Uno de los juegos de mesa más antiguos es el senet, que está documentado desde época predinástica (hacia 3100 a.C.). Este juego, donde dos jugadores movían una especie de bastoncillos planos o huesos de astrágalo a través de un pequeño tablero cuadriculado, fue uno de los pasatiempos más populares entre los antiguos egipcios. Además de un entretenido juego de mesa, el senet adquirió un significado ritual y mágico. Incluso se convirtió en un artefacto mortuorio, adquiriendo el simbolismo que el difunto debía de realizar en el paso al más allá, como apunta el egiptólogo e historiador leonés Nacho Ares.

Hoy en día, la elección de juegos de mesa es realmente amplia. Además, cada año aparecen nuevas variaciones de clásicos. A pesar de ello, ninguno ha conseguido arrebatarle el primer puesto al Monopoly, considerado el juego de mesa más popular de la historia moderna. Este clásico estadounidense lleva cautivando a generaciones enteras desde el siglo XX. Los orígenes del Monopoly se remontan a 1902, cuando una mujer, Elizabeth Magie Phillips, inventora, poeta y activista por los derechos de las mujeres, creó un juego llamado The Landlord’s Game (el juego del arrendador).

Lizzie, como era conocida por sus amigos, era seguidora de las ideas económicas de Henry George, cuyo libro de 1879, ‘Progreso y miseria’, defendía la creencia de que los trabajadores deberían poseer lo que producen, pero que los recursos naturales y las rentas económicas derivadas de la tierra deberían ser propiedad de la sociedad en su conjunto. Este economista estadounidense proponía un sistema de impuesto único para gravar las rentas de la tierra y destinar a los ciudadanos esos ingresos. Y que los gobiernos solo deberían cobrar impuestos sobre la tierra, no sobre mejoras, mano de obra o ganancias.

Motivada por las enseñanzas de George, Lizzie creó The Landlord’s Game para demostrar la diferencia entre los propietarios ricos y los inquilinos pobres a medida que los jugadores avanzan tirando los dados y comprando propiedades alrededor de un tablero cuadrado, pagando impuestos y servicios públicos y, a veces, aterrizando en una esquina que dice: “Ve a la cárcel”. La esperanza de esta descendiente de inmigrantes escoceses era que los jugadores rechazaran la estrategia del juego en el que el ganador se lo lleva todo, lo que da como resultado que solo un jugador posea todas las propiedades del juego mientras que todos los demás caen en bancarrota. Sin embargo, a los jugadores les encantaba amasar una gran fortuna en efectivo y bienes raíces, y encontraban una sensación de alegría en los problemas financieros de sus oponentes.

El juego ganó popularidad cuando un hombre llamado Charles Darrow produjo la primera versión comercial en 1935. Este ingeniero de Pensilvania patentó una versión muy modificada del juego que incluía la palabra Monopoly. Darrow produjo 5.000 copias por cuenta propia y las vendió en unos grandes almacenes de Filadelfia. A raíz del éxito, Parker Brothers (un fabricante estadounidense de juguetes y juegos) compró la patente y las ventas se dispararos. Más de 80 años después, el Monopoly sigue siendo uno de los juegos de mesa más populares en todo el mundo, junto con el ajedrez, el scrabble, las damas y el backgammon.

juegos de mesa en España

Los dados, un elemento imprescindible de los juegos de mesa

Hoy en día, prácticamente todas las casas españolas cuentan con algún juego de mesa. Una forma de entretenimiento que ha experimentado un repunte en su popularidad en los últimos tiempos. Según datos de la consultora NPD Group, la venta de juegos de mesa y cartas creció un 18,3% en 2020. Las tiendas especializadas en juegos de mesa en España, en general, venden todo tipos los tipos de juegos de mesa, siendo el Monopoly en su versión tradicional, considerado el juego de mesa por excelencia, el juego que más se vede. Pero, además de juegos de mesa, estas tiendas también venden otro tipo de productos, especialmente accesorios como los dados.

¿Qué sería de juegos de mesa como el Monopoly, el ludo o el backgammon sin los dados? Estos pequeños objetos de forma poliédrica han desempeñado a lo largo de la historia un papel fundamental en el desarrollo de los juegos de mesa. El uso más común de los dados es mostrar un resultado aleatorio en juegos donde hay que mover las fichas en función de la puntuación obtenida por los dados. A pesar de ello, estos pequeños objetos tienen un papel protagonista en juegos de mesa como el póker con dados, que es la adaptación del póker a los dados. Un juego que se puede jugar fácilmente en cualquier lado, ya que solo hace falta los dados y el cubilete de los dados. Un juego tradicional en España que tuvo su mayor auge en los años 90.