Los responsables de una pyme tienen que estar pendientes de miles de detalles cada día: producción, logística, atención al cliente, facturación… y mucho más. Por ello, el contrato de electricidad suele ser un aspecto al que no se dedica demasiado tiempo; quizás al iniciar la actividad, pero después tiende a considerarse un coste fijo que se asume sin más. En estas líneas te explicamos por qué debes revisar la tarifa eléctrica y tener siempre bien monitorizado este suministro básico.

Porque han cambiado las tarifas

La primera razón por la que tu pyme debe revisar la tarifa eléctrica es el reciente cambio de tarifas producido a mediados de 2021. Éste ha repercutido en las tarifas aplicables a suministros de baja tensión y potencias superiores a 15W, es decir, las que suelen afectar a las pequeñas empresas. Ahora, la tarifa eléctrica 3.0 deja de ser ‘3.0A’ para llamarse ‘3.0 TD’. Y no se trata de un simple cambio de nombre, sino que hay importantes modificaciones a nivel tarifario: se pasa de 3 a 6 periodos de potencia y energía, se distingue entre 4 temporadas al año (baja, media, media alta y alta), se definen tarifas según la zona geográfica (Canarias, Baleares, Ceuta, Melilla y Península) y muchos otros aspectos.

Porque el importe varía mucho según la tarifa contratada

Todas esas modificaciones propician una mayor flexibilidad a la hora de elegir tarifa, de tal modo que un contrato bien ajustado a las necesidades de potencia y consumo de la empresa puede propiciar un interesante ahorro en la factura… Sin embargo, un contrato que no está bien planteado puede provocar todo lo contrario: un auténtico lastre para el negocio. Merece la pena, pues, acostumbrarse a revisar la tarifa eléctrica de nuestra pyme.

Porque puede comprometer la rentabilidad de la actividad

La electricidad tiene carácter de coste fijo y variable al mismo tiempo para cualquier pyme. Por lo tanto, nunca se podrá prescindir de él, pero su importe puede variar mucho de un mes a otro, según la actividad o según la tarifa, tal y como comentábamos más arriba. Además, el coste de la electricidad debe tenerse muy en cuenta a la hora de fijar los precios de venta de los productos o las tarifas de los servicios. Cierto es que en una política de pricing es importante fijarse en los precios de los competidores para establecer un criterio propio por encima, por debajo o igual que ellos. Pero esa política debe saber trasladar los costes fijos y variables a cada producto o servicio concreto, puesto que, si se disparan los costes variables, los precios establecidos en un principio dejan de ser válidos y rentables.

Porque hay muchas ofertas de las comercializadoras

Otro motivo por el que es interesante revisar la tarifa eléctrica de nuestras pymes se trata de la liberación del sector. Desde su acontecimiento, principalmente entre 1997 y 2009, los consumidores tienen en su mano una gran variedad de ofertas a elegir. El mercado regulado ofrece menos margen, pues está más ‘encorsetado’ por las normas fijadas por el Ministerio de Industria. Además, el número de comercializadoras se reduce a un puñado. Pero en el mercado libre, las comercializadoras se cuentan por decenas y las ofertas que éstas ofrecen multiplican aún más las posibilidades para el consumidor.

Porque es compatible con el autoconsumo

Muchas pymes han visto en el autoconsumo una manera de reducir el importe de la factura de la luz y de acercarse al sueño de ser autosuficientes energéticamente. Al tratarse de una tendencia imparable en la actualidad, las comercializadoras cuentan con productos específicos para quienes pueden permitirse el ‘lujo’ de producir parte de su propia energía mediante paneles solares u otros sistemas. Sus ofertas prevén la exportación de energía sobrante a la red y la importación cuando dicha producción no sea suficiente para cubrir las propias necesidades. Además, se ofrecen otros servicios de gestión del suministro, mantenimiento y atención.

Porque puede estar en sintonía con la filosofía de la empresa

Finalmente, te explicamos otro motivo por el que revisar la tarifa eléctrica. Las empresas más comprometidas con el respeto al medio ambiente no solo lo conciben como una cuestión de imagen, sino que adaptan toda su actividad al propósito de ser más sostenible: neutralidad energética, aprovisionamiento de materias primas certificadas, etc. En este sentido, algunas comercializadoras se comprometen a suministrar el 100% de su energía procedente de fuentes renovables, algo que estaría en total sintonía con las pymes que hacen bandera con esta idea y predican con el ejemplo.

Como has podido comprobar, no son pocos los motivos por los que vale la pena que las pymes conviertan en una costumbre habitual el revisar la tarifa eléctrica.