Puede ser que, alguna vez, te hayan nacido las ganas de llevar a cabo alguna acción y no sabes muy bien de dónde han salido. Seguramente hayas acabado de presenciar imágenes o audios subliminales. En este artículo te contamos todo lo que deberías saber sobre este concepto para que, así, ¡no bajes la guardia!
Consideramos importante empezar ofreciendo una definición clara y concisa. Los mensajes subliminales dejan una idea en el inconsciente que es imperceptible por el consciente. ¿De qué manera se envían? A través de ilusiones visuales, imágenes escondidas, audios a alta velocidad…
Haciendo referencia a los audios subliminales, estos se definen como:
Pistas de sonido que emiten mensajes al inconsciente que son indetectables por el consciente como, por ejemplo, emisiones de ultra frecuencia.
Los audios subliminales tienen, en muchas ocasiones, un objetivo comercial o político. Se incita a las personas a comprar un determinado producto o votar a un partido en concreto. Para ello, se intenta:
Debes preguntarte si este tipo de publicidad realmente funciona contigo. Para resolver tu duda, vamos a darte algunas explicaciones.
Existen varios condicionantes para que los audios subliminales hagan efecto sobre alguien. Son dos los factores los que determinan la eficacia de este mensaje:
1. El estado de ánimo
2. La predisposición a consumir determinado producto
Por tanto, aunque te pongan el audio subliminal más poderoso del mundo delante, si alguna de las dos condiciones expuestas no se cumple, no caerás en sus garras.
Cabe añadir un dato muy interesante. Nuestros cerebros retienen durante un tiempo muy limitado la información que nos ofrecen los audios subliminales. Esto significa que su influencia en nuestro inconsciente desaparece pasados los 25 minutos.
En este momento nos planteamos la ética y legalidad que pueden tener los audios subliminales.
Y es que, ¿hasta qué punto es legítimo recibir esta clara influencia en nuestro inconsciente por parte de determinadas empresas y partidos políticos? Desde luego que, cuando se emiten frases subliminales de odio y éste se incentiva, la respuesta a esta cuestión es realmente clara.
En cuanto a la legalidad de los mensajes subliminales se refiere, cincuenta países prohíben esta práctica. Entre ellos, España. La Ley General de Publicidad de 1988 la califica como un tipo de publicidad ilícita.
Aunque queda claro que en nuestro país queda terminantemente prohibido, debemos seguir alerta e intentar detectar cualquier sospecha de mensaje subliminal.
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