La tienda del futuro
Así, son cada vez más las empresas que comienza a tener cajas sin operarios en las que es el propio cliente escanea sus productos y obtiene un ticket para posteriormente pagar su compra en metálico o mediante tarjeta.
Otras de las tecnologías que se comienzan a usar es el pago mediante la huella dactilar, que ahorran las colas a la hora de pagar y fomentan la fidelización de clientes.
Otras tecnologías aplicadas al comercio ayudan al control y la gestión del stock, como las etiquetas con radio frecuencia RFID, que permiten conocer existencias sin necesidad de contar en los estantes, facilitar el cobro en cajas automáticas e incluso gestionar sus almacenes de forma automática.
Las pantallas interactivas que ofrecen información a los clientes o los sistemas de navegación en los carritos que permiten conocer exactamente en qué lugar se encuentra un determinado producto, son algunos de los ejemplos de tecnología ya existente que sin duda supondrá una mejora en la atención al cliente sin necesidad de aumentar personal.
El bodyscanner también se ha comenzado ya utilizar en tiendas de ropa. Así, esta tecnología permite determinar con medidas exactas el cuerpo humano y recrear una figura en 3D de esas dimensiones, pudiendo saber qué ropas se adaptan perfectamente a una talla concreta, así de fácil, así de rápido.
Sin duda, todas estas tecnologías tardarán unos años en llegar a los pequeños comercios. Sin embargo, poco a poco van implantándose cada vez más en las grandes superficies y con su uso no cabe duda que un día pasarán también a los negocios más reducidos.